A raíz de la reciente publicación del libro Manual de adiestramiento para perros de caza: El Basset Hound y otros sabuesos, el Juez de rastro y amigo Sergio Gómez Icart me recordó que le prometí escribir un poema sobre las jornadas que vivimos juntos. Como persona de palabra que soy, aquí va el poema. Quiero dedicarlo especialmente a Sergio y Albert Salvany, los dos jueces con los que más horas he compartido; pero también a todos aquellos hombres que hacen del rastro un arte, respetando y amando a sus canes como a uno más de la familia y luchando por conservar el entorno natural y su fauna.
Meravellada en sentir tan bells versos. Una oda a l'amistat i els moments compartits en complicitat. Felicitats!!!
ResponEliminaMoltíssimes gràcies carme.
EliminaEndavant Àngel, a no parar....
ResponEliminaSempre! No ens aturaran Montse.
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