Durant molts anys la meva altra passió van ser els gossos de rastre, i encara ho és. Com molts dels seguidors i seguidores sabreu, fa uns anys m'ho vaig haver de deixar per problemes físics.
Durante muchos años mi otra pasión fueron los perros de rastro, y aún lo es.
Como muchos de los seguidores y seguidoras sabréis, hace unos años me lo tuve que
dejar por problemas físicos.
Durante todo este tiempo, el peculiar mundo de los perros me hizo conocer
gente extraordinaria, con la que pude disfrutar de momentos inolvidables ...
entrañables. Lo cierto es que para listar todas las alegrías que me regalaron
en aquellos días necesitaríamos demasiadas hojas en blanco; las guardo todas en
el mejor disco duro que existe: el corazón.
Lo curioso del caso es que ahora, después de tanto tiempo alejado de la
montaña y los campos, sigo viviendo momentos emocionantes, gracias a la
magnífica gente que conforman este mundillo. Si hace unos años fue el
"Club del Azul de Gascuña, Gascón Santongeois y Ariégeois", el que me
dio lo que yo estaba convencido sería la última satisfacción, el viernes pasado
recibí otra que me emocionó y por eso quiero compartirlo con vosotros.
Por la mañana, fui a correos y me encontré un sobre de grandes dimensiones,
de aquellos que intuyes es una publicación. Al llegar a casa lo abro y
compruebo que es la revista del "Club Español del Beagle”. Me extrañó, ya
que ya hace unos años, como os he comentado antes, dejé este mundo. La sorpresa
fue al hojearla y ver que a doble página me hacían un homenaje por el trabajo
realizado durante aquellos años. Os he de confesar que me tocaron la fibra.
Gracias de corazón a la junta del club del Beagle y a todos los afiliados,
pero en especial a los jueces: Mario Sánchez, Sergio Gómez y Albert Salvany, que
estoy convencido de que han tenido mucho que ver en este homenaje.
Este será uno de esos recuerdos, que como el rastro, perduran en el tiempo.
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